lunes, 30 de agosto de 2010

COLOMBIA COMO UN "AVATAR"


En el marco de la visita oficial a colombia la señora Gay McDougall ha encontrado a la población Afrocolombiana como personas humildes, colaboradoras y trabajadoras, lo contrario que le habían planteado de personas agresivas e incapaces de organizarse.

la declaración de la experta inicia contando la historia de los antepasados Afrocolombianos, que debieron huir de sus amos a lugares recónditos, de climas pesados. Sin embargo fueron capaces de sobrevivir y subsistir hasta que inicio la guerra interna y volvieron a desplazarlos pero esta vez a la cuidad.

Los Afrocolombianos tienen normas que el gobierno nacional les ha establecido que los protegen a ellos y a sus tierras, normas que hablan sobre la propiedad y sus tierras ancestrales.
Es incomodo para los Afrocolombianos saber de que sus tierras son sumamente fértiles y ricas y que debieron huir una vez por su libertad, y ahora deben hacerlo por las amenazas y la violencia que se ha vuelto cotidiano en la vida de ellos, para enfrentarse a una nueva vida en la ciudad donde son extraños y llegan de forma desplazada y en sumas condiciones de pobreza.

De las mujeres Afrocolombianas, la señora Gay McDougoll dice que deben ser protegidas y es totalmente cierto, porque pueden ser lideres y no se les reconoce, ademas se les violan los derechos humanos de una forma infrahumana y no es valorado todo el trabajo que hace por la sociedad y en especial por sus comunidades afro.

Los megaproyectos han desplazado a muchos Afrocolombianos: se trata de operaciones económicas a gran escala, a menudo con la participación de compañías nacionales y multinacionales que fomenta el gobierno para traer el desarrollo y el beneficio económico a la toda Colombia. Sin embargo, las comunidades sienten grandes temores por la intromisión en sus derechos a la tierra y el impacto medioambiental adverso. Sin embargo, ante semejantes intereses económicos y megaproyectos, parecería que los derechos de las comunidades son derechos “incómodos” y que las leyes que se promulgaron para protegerlos son igual de incómodas.

A los Afrocolombianos no se les consulta en la toma de decisiones sobre sus tierras ancestrales; cuando se había escrito en la ley que se les iba a consultar, pero solo se les pide opinión a algunas personas y no a todos para la construcción de los megaproyectos.


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